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Catholic News Herald

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CHARLOTTE - En la Misa de Año Nuevo, celebrada en la Catedral San Patricio, el Obispo Peter Jugis animó a los fieles a imitar a Jesús, el Príncipe de la Paz, y a Su madre, María, Reina de la Paz.

Durante su homilía, el obispo señaló que los católicos estamos en los ocho días de la temporada navideña, mientras para muchos otros ya ha pasado la Navidad.

"Nosotros, con alegría y entusiasmo, todavía estamos celebrando el gran evento del nacimiento de nuestro Salvador", dijo. 

Subrayó que las decoraciones navideñas que están en la iglesia, y quizás todavía en nuestros hogares, nos ayudan a mantenernos enfocados en el gran regalo que estamos celebrando esta temporada, el regalo de Jesús. 010121 new year Mass 2

“Nuestra primera lectura de hoy del Libro de los Números, nos da el tema de esta fiesta, y es la bendición que el sacerdote Aarón da a los israelitas: ‘El Señor te mire con bondad y te dé paz’. Y a la luz de lo que estamos celebrando esta temporada, podemos decir verdaderamente que Dios nos ha mirado con bondad y nos ha dado paz, y que la paz tiene un nombre y Su nombre es Jesús, el Príncipe de la Paz”.

Continuó, señalando que María, la Madre del Príncipe de la Paz, es honrada por la Iglesia como Reina de la Paz.

“Es muy apropiado durante la temporada navideña, especialmente ahora, en la fiesta de la Madre de Dios, que la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Paz. La hemos celebrado desde 1968, cuando el Papa San Pablo VI instituyó este día de conmemoración de María, Madre de Dios”.

Resaltó que la paz viene de conocer y tener cerca a Jesús y su Santa Madre en nuestras vidas. “La paz es un regalo que debemos proteger y nutrir”, añadió, y si nuestra paz se quiebra por las preocupaciones, “pongámoslas en las manos del Señor, orémosle y Él nos dará paz”.

Luego, recordó a los fieles que Jesús dice: “Vengan a mí todos los que están cansados y yo los haré descansar. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, porque soy manso y humilde de corazón y encontrarán descanso para sus almas".

Añadiendo que la paz espiritual es uno de los frutos del Espíritu Santo, dijo que donde éste está presente, “puede encontrarse la verdadera paz de Dios”.

Cerró su homilía diciendo: "Asegúrense que todos seamos agentes de paz, portadores de paz para los demás durante esta temporada y en todo".

— SueAnn Howell, reportera senior