Fue uno de los 12 apóstoles del Señor. Hermano de San Juan evangelista, se le llamaba el Mayor para distinguirlo del otro apóstol, Santiago el Menor, que era más joven que él. Con sus padres, Zebedeo y Salomé, vivió en la ciudad de Betsaida, junto al Mar de Galilea, donde tuvo una pequeña empresa de pesca.
Formó parte del grupo de los tres preferidos de Jesús, junto con su hermano Juan y con Simón Pedro. Después de presenciar la pesca milagrosa, al oír que Jesús les decía: “desde ahora serán pescadores de hombres”, dejó sus redes, su padre y empresa, y se fue con Jesucristo.
Antiguas tradiciones del siglo VI afirman que Santiago alcanzó a ir hasta España a evangelizar. Se cree que su cuerpo se encuentra en la Catedral de Santiago de Compostela, santuario al que han peregrinado miles y miles de peregrinos por siglos.
El nombre proviene de dos palabras, Sant y Iacob, porque su nombre en hebreo era Jacob. Los españoles, del que es su santo patrón, en sus batallas gritaban: “Sant Iacob, ayúdenos”. Y de tanto repetir estas dos palabras, las unieron formando una sola: Santiago.