Esperan se extienda en la región
WADESBORO — Después de vivir en New York y Dallas, Jenny Castillo, de raíces dominicanas, está completamente entregada a promover la creación de un grupo, una familia, en Wadesboro, lugar donde hoy reside por más de tres meses, que desarrolle el movimiento eclesial que venera a la Virgen “Madre y Reina Victoriosa Tres Veces Admirable de Schoenstatt”.
Escuchar del Padre Fidel Melo, párroco de la Iglesia San Santiago en Hamlet y la Misión Sagrado Corazón en Wadesboro, sobre el movimiento schoenstattiano, motivó a Castillo a recordar su acercamiento al movimiento mariano y tomar la determinación de hacer algo para promoverlo en su comunidad.
Así, invitó al Padre Hugo Tagle, de la comunidad de los Padres de Schoenstatt en Dallas, Texas, quien fue recibido en Charlotte y trasladado a Wadesboro, donde ofreció una charla sobre el carisma del movimiento mariano y la obra del Padre José Kentenich, su fundador.
En su exposición, el Padre Tagle explicó que el movimiento se ha extendido, desde Alemania donde fue creado, a numerosos países del mundo, en especial en Latinoamérica.
En Estados Unidos, dijo, hay varios santuarios en Texas, como en Lamar, San Antonio, Dallas, Austin; además de tener presencia en estados como Minnesota, Nebraska, Florida y New York.
La feliz coincidencia de que el Padre Melo conoce el movimiento en Querétaro y su feligresa Castillo en Manhattan, hizo posible su presencia en Carolina del Norte.
¿Qué es Schoenstatt?
El movimiento nació en el siglo pasado, bajo la obra del P. José Kentenich en el Seminario Menor de los Padres Pallotinos, en la ciudad de Schoenstatt, que significa “lugar hermoso”, en Alemania. Inició su labor de enseñanza con los jóvenes con un espíritu marcadamente mariano.
Durante el régimen nazi en Alemania fue perseguido y encarcelado en un campo de concentración. Al terminar la guerra, la Iglesia lo separó del movimiento y fue enviado a
Estados Unidos. Posteriormente, el Papa Paulo VI lo reinvindicó en 1965. Falleció en 1968.
El Padre Tagle definió Schoenstatt como un movimiento laico de renovación mariana que quiere crear un laico comprometido que santifique la vida diaria en comunidad.
“No es ninguna aparición”, aclaró el Padre Tagle, “es sencillamente la convicción de que la Virgen María actúa en cada uno de nosotros, pues tenemos la certeza de que quien tiene un contacto con la Virgen experimenta un cambio en su vida. La Virgen abre nuestro corazón para decirle ‘Si’ a la voluntad de Dios”.
El Padre Tagle asegura que el movimiento cree en el hombre nuevo, la mujer nueva, la nueva comunidad; pues no nos santificamos solos, nos santificamos dentro de una comunidad. “Queremos ser un taller de santidad a través de la capacitación en la fe de los miembros”, dijo.
la virgen peregrina
Padre Tagle se encuentra a cargo de la campaña de la Virgen Peregrina, una pequeña imagen de la Virgen, “que circula por las casas de las familias de prácticamente todos los estados de la Unión Americana”.
El contacto con Dios no solo se da en la Iglesia, dijo, pues gracias a la Virgen, se da en nuestras casas también; y las personas que la llevan, comparten un momento con otro y rezan juntas.
Explicó que la veneración mariana está muy extendida en la Iglesia y es parte de nuestro ser católico. “A través de ella tenemos un canal más directo al corazón de Dios. La Virgen fue la primera misionera, la primera apóstol, la que convocó el Cenáculo. No es simplemente una devoción. Hacemos de ella un camino, un instrumento que nos lleva a Dios”, puntualizó.
INVITACIÓN
Jenny Castillo aseguró que la Virgen de Schoenstatt, “la ayudó con sus heridas interiores”. “En “Dallas, Texas, hice mi alianza de amor y me entregué en corazón a la Virgen. Ahora estoy aquí para llevarles a la Madre a sus casas. Este camino es bello, es algo que realmente no esperaba que sucediera en mi vida”.
Castillo invitó a las personas que deseen participar a contactarse por texto al teléfono (347) 780-2394.
— César Hurtado