CHARLOTTE — La Diócesis de Charlotte acogerá una colección de reliquias de San Pío de Pietrelcina, popularmente conocido como Padre Pío, de 9 de la mañana a 8 de la noche el martes 11 de junio en la Catedral San Patricio
Una Misa en honor de San Pío será ofrecida por el Padre Christopher Roux, rector, a las 8 de la mañana. La veneración de las reliquias iniciará después de la Misa, a las 9 de la mañana. También se ofrecerá una Misa de Forma Extraordinaria que será celebrada por el Padre Jason Barone, promotor de vocaciones de la diócesis, a las 5:30 de la tarde.
Adicionalmente, el sacramento de reconciliación estará disponible durante todo el día.
Las reliquias de San Pío que estarán disponibles para la veneración de los fieles son: sus guantes, costras de sus heridas; gasa de algodón con manchas de sangre; un mechón de su cabello; su manto y un pañuelo empapado de su sudor unas horas antes de morir.
La Fundación San Pío, que patrocina el tour, proporcionará libros y artículos relacionados con San Pío en la entrada de la catedral.
La Catedral San Patricio está ubicada en 1621 Dilworth Road East en Charlotte. Hay estacionamiento limitado disponible a lo largo de las calles cercanas a la catedral. También hay estacionamiento y un parqueadero adicional detrás de la escuela San Patricio en Buchanan Street, junto a la catedral.
— SueAnn Howell, reportera senior
Mayor información
Puede encontrar información sobre el tour de la reliquia en la Catedral San Patricio en www.stpatricks.org. Más detalles sobre las reliquias y la Fundación San Pío en www.saintpiofoundation.org.
¿Quién fue el Padre Pío?
“Oh Jesús, mi suspiro y mi vida, te pido que hagas de mí un sacerdote santo y una víctima perfecta”, escribió una vez San Pío de Pietrelcina, cuya fiesta se celebra el 23 de septiembre. Su oración fue escuchada y se le concedió el don de los estigmas.
Durante su vida, Dios lo dotó de muchos dones, como el discernimiento extraordinario que le permitió leer los corazones y las conciencias. Por ello muchos fieles acudían a confesarse con él.
El Padre Pío nació en Pietrelcina, Italia, el 25 de mayo de 1887. Su nombre era Francisco Forgione y tomó el nombre de Fray Pío de Pietrelcina en honor a San Pío V, cuando recibió el hábito de Franciscano capuchino.
A los cinco años se le apareció el Sagrado Corazón de Jesús, quien posó su mano sobre la cabeza del niño. El pequeño, a su vez, prometió a San Francisco que sería un fiel seguidor suyo. Desde entonces su vida quedó marcada y empezó a tener apariciones de la Santísima Virgen.
A los 15 años decide ingresar a la Orden Franciscana de Morcone y tuvo visiones del Señor en la que se le mostró las luchas que tendría que pasar contra el demonio.
El 10 de agosto de 1910 es ordenado sacerdote. Poco tiempo después le volvieron las fiebres y los dolores que lo aquejaban, entonces fue enviado a Pietrelcina para que restablezca su salud.
En 1916 visita el Monasterio de San Giovanni Rotondo. El Padre Provincial, al ver que su salud había mejorado, le manda que retorne a ese convento en donde recibió la gracia de los estigmas.
“Era la mañana del 20 de septiembre de 1918. Yo estaba en el coro haciendo la oración de acción de gracias de la Misa… se me apareció Cristo que sangraba por todas partes. De su cuerpo llagado salían rayos de luz que más bien parecían flechas que me herían los pies, las manos y el costado”, describió San Pío a su director.
“Cuando volví en mí, me encontré en el suelo y llagado. Las manos, los pies y el costado me sangraban y me dolían hasta hacerme perder todas las fuerzas para levantarme. Me sentía morir, y hubiera muerto si el Señor no hubiera venido a sostenerme el corazón que sentía palpitar fuertemente en mi pecho. A gatas me arrastré hasta la celda. Me recosté y recé, miré otra vez mis llagas y lloré, elevando himnos de agradecimiento a Dios”, añadió.
El 9 de enero de 1940 animó a sus grandes amigos espirituales a fundar un hospital que se llamaría “Casa Alivio del Sufrimiento”. El local se inauguró el 5 de mayo de 1956 con la finalidad de curar a los enfermos en lo físico y espiritual.
Según fuentes que no se han podido confirmar, San Juan Pablo II siendo un joven sacerdote visitaba al Padre Pío para confesarse y en una de esas ocasiones, estando en trance, le dijo al futuro Sumo Pontífice: “Vas a ser Papa”.
El Padre Pío partió a la Casa del Padre un 23 de septiembre de 1968, después de murmurar por largas horas “¡Jesús, María!”.
San Juan Pablo II, durante su canonización el 16 de junio de 2002, dijo de él: “Oración y caridad, esta es una síntesis sumamente concreta de la enseñanza del Padre Pío, que hoy vuelve a proponerse a todos”.
— Condensado de Aciprensa