CHARLOTTE — El presidente Donald Trump dijo que próximamente planea presentar una medida migratoria que incluiría algunas protecciones para los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). La sorpresiva declaración es posterior a la reciente decisión de la Corte Suprema que dictaminó que su administración trató de terminar el programa de manera incorrecta, dejando a sus beneficiarios en un futuro incierto.
El fallo del tribunal superior del 18 de junio dictaminó que el presidente Trump no podía detener el programa DACA con una orden ejecutiva en 2017. DACA protege de la deportación a cerca de 700,000 jóvenes, permitiéndoles trabajar, ir a la universidad, obtener una licencia de conducir y cobertura médica.
La Diócesis de Charlotte se encuentra entre las 10 diócesis más importantes del país para los beneficiarios de DACA, con un estimado de 14.300, según una investigación realizada por el Centro de Estudios de Migración (CMS), con sede en Nueva York.
DACA fue establecido en 2012 por el presidente Barack Obama a través de una orden ejecutiva, permitiendo que los jóvenes, ingresados por sus padres ilegalmente al país cuando eran niños, se queden en Estados Unidos.
FUTURO INCIERTO
El máximo tribunal dictaminó que la forma en que Trump terminó el programa no era la correcta. Los beneficiarios de DACA ahora tienen tiempo para renovar su estatus, aunque el fallo de la corte le permitiría al presidente cancelar el programa si sigue diferentes pasos.
Algunos líderes católicos que trabajan en temas migratorios habían pronosticado que Trump continuaría sus esfuerzos de terminar con DACA volviendo a presentar la documentación, de manera que cumpla con los requisitos del tribunal superior. Trump había dicho que planeaba hacerlo, pero luego, en una entrevista el 10 de julio con Noticias Telemundo, dijo que estaba planeando protecciones adicionales para DACA en una próxima orden ejecutiva.
CMS estima que 1.02 millones de inmigrantes eran elegibles para el programa DACA, según datos del Censo de 2018. Sin embargo, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS) reportó que había 649,070 beneficiarios activos de DACA al 31 de diciembre de 2019.
Adicionalmente, a miles de inmigrantes indocumentados que habrían calificado para el programa se les negó la oportunidad de presentar una solicitud porque no habían cumplido 15 años cuando la administración Trump canceló el programa. CMS estima que 61,000 inmigrantes que cumplen con los criterios de elegibilidad de DACA han cumplido 15 años desde la rescisión del programa y ahora deberían poder presentar sus solicitudes iniciales de DACA.
Jennifer Riddle, abogada de Catholic Legal Immigration Network Inc. (CLINIC), con sede en Asheville, dijo que el fallo del tribunal es una “victoria temporal” que deja a los beneficiarios de DACA “en tiempo de espera”.
“Saludamos la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que señala que la administración Trump no siguió los procedimientos administrativos necesarios para derogar el programa DACA”, afirmaron en una declaración el 18 de junio el Arzobispo de Los Ángeles y presidente de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos (USCCB), José H. Gómez; y el Obispo auxiliar de Washington, Mario E. Dorsonville, presidente del Comité de Migración de la USCCB.
Le dijeron a los beneficiarios de DACA: “Más allá de la decisión” (de la Corte Suprema), “seguiremos acompañándolos a ustedes y sus familias. Son una parte vital de nuestra Iglesia y comunidad de fe. Estamos con ustedes”. También instaron a Trump a mantener DACA intacto.
Catholic Extension, que apoya a las diócesis rurales más pobres y menos pobladas de la nación, dijo en un comunicado que “esta generación joven ya no debe ser marginalizada”.
Mientras, defensores de la migración instan a los partidarios de DACA a presionar al Senado para que apruebe una legislación que otorgue a los beneficiarios de DACA, conocidos como Soñadores, y a aquellos con Estatus de Protección Temporal (TPS), un camino hacia la ciudadanía.
FRAGIL PROTECCION
Damara García-García sintió un gran alivio al enterarse de la decisión de la Corte Suprema, porque eso significa que puede continuar con su trabajo de maestra a la vez que estudia una segunda maestría.
“Podré seguir avanzando en mi carrera. Tendré dos años más de estabilidad y dejaré de tener esa ansiedad que causa la incertidumbre”, dijo.
García-García llegó a los Estados Unidos muy niña, cuando sus padres se vieron obligados a abandonar México en busca de un futuro mejor para sus hijos. Consciente de sus limitaciones para acceder a estudios superiores debido a su estatus migratorio, la joven se destacó en la escuela y participó activamente en actividades comunitarias y parroquiales en la Iglesia San Gabriel.
Gracias a una beca, ingresó a la Universidad Johnson C. Smith en Charlotte poco después que el presidente Obama creara el programa DACA, justo cuando concluía la escuela secundaria. “Significó mucho para mí y toda mi familia”, explicó, porque el programa le permitió salir de las sombras, trabajar, obtener una licencia de conducir, ayudar con los ingresos familiares, comprar un automóvil, pagar algunos gastos de estudio e incluso ahorrar algo de dinero.
Se graduó de la universidad y entró al programa “Teach for America”. Actualmente es maestra en East End Prep Charter School en Nashville, Tennessee, una escuela de Título 1 para estudiantes de bajos ingresos, y planea obtener una segunda maestría en educación.
Ella nunca ha considerado regresar a México y siente la obligación de permanecer en el país “para ser parte de la lucha” porque, señala, “DACA no es una solución, es una solo una protección frágil para no ser deportada”.
“Me da mucho miedo, me frustra no poder participar en la democracia”, afirma. “Pero quiero seguir siendo maestra y mis estudios todavía no han terminado. Quiero obtener otra maestría para ayudar a mis estudiantes a ingresar a la universidad, así como yo lo hice”.
SOLUCION PERMANENTE
José Hernández-Paris, director ejecutivo de la Coalición Latinoamericana en Charlotte (LAC), dijo que se sintió aliviado por el fallo de la corte “por la oportunidad de que al menos esta protección pueda mantenerse”, a pesar que la victoria “no es una solución permanente”.
“El impacto de DACA es enorme”, señala, ya que proporciona a Carolina del Norte “trabajadores esenciales, especialmente en las industrias de la salud y la construcción”.
Los partidarios de DACA, como LAC y la Iglesia Católica continuarán abogando por una solución permanente para los Soñadores, así como por una reforma migratoria integral para que más inmigrantes puedan obtener un camino hacia la ciudadanía.
— Kimberly Bender y César Hurtado, Catholic News Herald Contribuyó Catholic News Service.
Manifestantes a favor de DACA sostienen carteles fuera de la Corte Suprema en Washington el pasado 12 de noviembre de 2019. El presidente anunció que presentará una norma migratoria con protecciones adicionales para los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia. (CNS | Jonathan Ernst, Reuters)