CIUDAD DEL VATICANO — Los no nacidos, los migrantes, los ancianos y los discapacitados son "íconos vivos" de Jesús que llaman a los cristianos a acercarse a los que se sienten abandonados como lo hizo Cristo en la cruz, dijo el Papa Francisco.
En su homilía de la Misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro, el 2 de abril, el pontífice reflexionó sobre la frase que Jesús pronunció en la cruz en el Evangelio de San Mateo, y que resonó en la plaza cuando se cantó en el salmo responsorial: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?".
"Cristo, en su abandono, nos mueve a buscarlo y a amarlo en los abandonados, porque en ellos vemos no sólo a personas necesitadas, sino a Jesús mismo", dijo.
Según los gendarmes vaticanos, unas 60,000 personas asistieron a la Misa en la plaza de San Pedro.
El Papa Francisco, que comenzó su homilía tosiendo, pero que por lo demás habló sin dificultad, dijo que, en su Pasión, Jesús experimentó la distancia de Dios para poder ser "completa y definitivamente uno" con la humanidad.
El Papa fue dado de alta del hospital el 1 de abril tras una estancia de cuatro días para el tratamiento de una bronquitis. Entró en procesión en la Plaza de San Pedro en el papamóvil con su abrigo de invierno en un día de principios de primavera en Roma.
En su homilía, el Papa Francisco destacó los muchos "Cristos abandonados" que existen en la sociedad: "los pobres que viven en los cruces de las calles, con quienes no nos atrevemos a cruzar la mirada; hay migrantes que ya no son rostros sino números".
También recordó a los que son "descartados con guante blanco: niños no nacidos, ancianos abandonados, ancianos que pueden ser tu padre, tu madre ]", así como los "enfermos no visitados, discapacitados ignorados, jóvenes que sienten un gran vacío interior sin que nadie escuche realmente su grito de dolor. Y no encuentran otro camino (que el suicidio)".
Dejando a un lado el texto que tenía preparado, el Papa Francisco recordó a Burkhard Scheffler, un indigente alemán que murió en noviembre "solo y abandonado" bajo la columnata que rodea la Plaza de San Pedro.
"Él es Jesús para cada uno de nosotros", dijo el Papa.
"Tantos tienen necesidad de nuestra cercanía, tantos están abandonados", dijo. "Yo también necesito que Jesús me acaricie, que se acerque a mí, y por eso voy a buscarlo en los abandonados, en los que están solos".
Al comienzo de la celebración, el Papa Francisco se situó en el obelisco del centro de la Plaza de San Pedro para bendecir las palmas o ramos que llevaban allí unas 400 personas. A continuación, se dirigió al altar en coche.
El Papa pronunció la homilía tras escuchar el relato de la Pasión de Jesús del Evangelio de San Mateo, pero el cardenal Leonardo Sandri, vicedecano del Colegio Cardenalicio, fue el celebrante principal en el altar.
Tras la Misa, el Papa rezó el Ángelus con los fieles en la Plaza de San Pedro y les agradeció sus oraciones que "se han intensificado en los últimos días".
"Gracias, verdaderamente", dijo.
— Justin McLellan, Catholic News Service