BOONVILLE — El fútbol más que un deporte es una pasión de multitudes, arte y mucha adrenalina que descarga emociones y genera identidad. Citando a Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, quien escribió en el periódico ‘Sagrada Familia’ de la Diócesis de Cancún, “la fe no es no es una cancha donde los creyentes se pelean unos contra otros sino que es el sentimiento y la intuición que lleva a romper los límites de la mente racional para hablar con algo que se no ve, que no huele, que no se puede tocar y que no sabes siquiera que existe”, podríamos establecer un paralelo entre el deporte del fútbol y la práctica de la fe que, siendo personal, se vive en comunidad, en equipo.
Por ello, además de fomentar la práctica de la fe, la parroquia Divino Redentor en Boonville dio inicio el pasado 15 de julio el ‘Torneo Copa Católica Volumen 2’.
Iniciemos con el nombre de la copa. El año pasado, durante la asignación de verano del seminarista, ahora Diácono Mathew Harrison, uno de sus proyectos fue coordinar y organizar el ‘Torneo Copa Católica 2022’. Su presencia y participación motivó mucho a la comunidad.
Este año, el párroco, Reverendo Jean Pierre Swamunu Lhoposo, pidió a la comunidad que identifique a posibles líderes parroquiales que puedan dirigir una nueva edición del torneo. Gabriel Gómez, catequista de RICA y prodigio del fútbol, fue designado responsable.
Gómez, junto a un equipo de voluntarios, trabajó en las inscripciones y estadísticas del torneo asistido por la oficina de Ministerio Hispano Diocesano de la Vicaria de Winston-Salem. Cabe mencionar que en la parroquia Divino Redentor ya han existido varias ediciones del torneo, que se inició en el año 2010 con el entonces párroco y algunos servidores.
Uno de los aspectos resaltantes de este torneo es el liderazgo, que promueve a voluntarios y servidores a que se desempeñen como entrenadores, capitanes de equipo, organizadores, vendedores, encargados del mantenimiento del campo y, en uno de los más ingratos de los trabajos, como árbitros.
En esta edición, se decidió mantener el nombre, reglas y formato de eliminación. Se dio inicio con dos divisiones: Infantil (10-14 años) y Libre (15 a más), obteniendo la respuesta de cuatro equipos para la división infantil y ocho para la libre.
El torneo ha sido diseñado para resaltar el compañerismo y la comunidad dentro de los encuentros, y aunque en todos los torneos la competencia se manifiesta de manera dominante, se pretende que lejos de competir se promuevan los frutos del Espíritu Santo: benignidad, paz, paciencia, perseverancia, mansedumbre, bondad, gozo y fe, así como ejercitar nuestros cuerpos y mentes, pues ya lo dice el refrán, “Mens sana in corpore sano”, es decir, “Mente sana en cuerpo sano”.
Cada encuentro comienza con una oración y termina con un saludo de compañeros. Todos los participantes son parroquianos y se espera que se construyan valores dentro de la comunidad. También, en la liga se cuenta con la ayuda de voluntarios para la venta de refrescos, aguas y algunas botanas, un equipo que está recaudando fondos para una misión que se tendrá en noviembre de este año. Este equipo, al que se ha llamado ‘Un Cuerpo en Cristo, One Body in Christ’, viajará en misión a Guerrero, México, para ayudar a los más necesitados.
Los organizadores agradecieron la participación de los jugadores, coordinadores, voluntarios, equipo de mantenimiento y al grupo de ventas. Y dieron un agradecimiento especial para el párroco, por el reto y la confianza puesta en el equipo de coordinadores.
— Sergio López