CHARLOTTE — El Ministerio Hispano de la Iglesia Santo Tomás de Aquino organizó una celebración especial al Divino Niño, una devoción muy arraigada en Colombia que se celebra en ese país sudamericano cada 20 de julio.
Rosa Jiménez, coordinadora del ministerio hispano y asistente administrativa de la parroquia, refiere que la comunidad latina no es muy grande en Santo Tomás, solo unas 20 a 25 familias, pero que “desde que se estableció oficialmente el Ministerio Hispano hace un año, han empezado a acercarse más familias. Después de los anglosajones, los filipinos y africanos son los que tienen mayor presencia, y luego los latinos”.
Las actividades incluyeron la celebración de la Santa Misa, una procesión, un compartir de alimentos, la rifa de cuatro regalos diferentes y la consagración de las familias a esta devoción.
“Invitamos a los niños a participar en la procesión con la estatua del Divino Niño que tan bellamente fue adornada por varias familias”, añadió Jiménez.
La Santa Misa fue celebrada en la víspera, miércoles 19 de julio, por el párroco, Padre Matthew Codd, siendo el homilista el Diácono Kevin Martínez, quien junto al seminarista Emmanuel Martínez está asignado a la parroquia durante esta temporada de verano.
Durante la homilía, el Diácono Martínez recordó a los asistentes la importancia de la infancia del Niño Jesús, todo un Dios que se hizo niño para estar cerca a nosotros y resaltó que, pese a su condición divina, necesitó del cuidado, ternura, protección, amor y educación de sus padres, la Santísima Virgen María y San José.
Resaltó la importancia de los padres como primeros educadores de la fe en sus hijos, así como también la necesidad de compañía, cuidado y guía de los niños.
Al término de la Santa Misa, el Padre Codd ofreció la oración de consagración de las familias al Divino Niño. A la salida del templo, todos los asistentes recibieron imágenes y rosarios del Divino Niño. A los niños, quienes estuvieron encantados con la celebración, se les entregaron crayolas y hojas para colorear con la imagen del Divino Niño y la oración devocional.
Durante el compartir se sirvieron deliciosas empanadas ecuatorianas, pan mexicano, chocolate caliente y muchas golosinas para los niños, todas donadas por los parroquianos.
Jiménez destacó que esta fue la primera vez en que se contó con la presencia de fieles anglosajones en la festividad del Divino Niño. “Cerca de diez familias se unieron a nuestra celebración y también nos acompañaron una familia de la parroquia de San Lucas y algunos feligreses de la comunidad filipina de la Iglesia San John Newman”, dijo muy contenta.
Devoción mundial
Desde hace unos 300 años la devoción al Niño Jesús se extendió rápidamente por Europa, América, Asia, África y Oceanía. Entre las representaciones más conocidas se encuentran: el Niño Jesús de Praga, en Checoslovaquia; el Santo Niño de Atocha, en México; el Divino Niño de Arenzano, en Italia y el milagroso Niño Jesús de Bogotá en Colombia.
El sacerdote salesiano Padre Juan del Rizzo llegó a Barranquilla, Colombia, en 1914, y con gran esfuerzo se dedicó a recaudar fondos para la construcción de un templo, aunque sin éxito. Entonces sintió que debía pedirle este milagro al Señor por los méritos de su infancia. Desde entonces, el éxito del sacerdote fue extraordinario y se convirtió en un gran devoto del Divino Niño, dedicando su vida a la propagación de la devoción.
En 1935 el Padre del Rizzo fue trasladado a Bogotá, donde providencialmente se encontró con una preciosa imagen del Divino Niño. Luego, se la llevó a los campos de la obra juvenil salesiana en el barrio ‘20 de julio’, expandiendo posteriormente su devoción a todo el territorio colombiano y desde allí al mundo.
— César Hurtado and Colaboró ACI Prensa