La Cuaresma es un tiempo especialísimo para preparar nuestro corazón, nuestra mente, nuestra alma para celebrar el misterio Pascual.
La Semana Santa recoge todavía una mayor intensidad y por eso, en la tradición latina, en nuestra nuestras naciones de latinoamérica en especial, no sólo le llamamos Semana Santa, sino decimos ésta es la Semana Mayor, porque en esta semana, Semana Santa, es que recordamos los misterios que dan sentido a todo lo que es nuestra fe, a nuestro diario actuar.
No tendría sentido la Navidad, no tendría sentido ninguna otra festividad cristiana, sin este misterio que nos adentramos a celebrar ya con esta celebración del día de hoy, que es el misterio de la Pasión, que es la crucifixión, muerte y resurrección de Jesucristo Nuestro Señor. Estos tres elementos de la pasión, su crucifixión, su muerte y su resurrección dan un sentido total a nuestra vida de fe.
San Pablo dice, “si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe”, y por eso cada año lo celebramos con especial reverencia, con especial devoción, con especial silencio y apertura en el espíritu, el alma y el corazón. Por eso cada año, recordamos este acontecimiento y lo celebramos en familia, en comunidad y como individuos. Y esta semana se nos invita a hacerlo. Si bien en nuestros países de origen es más fácil, quizá porque todo mundo está en sintonía, es la Cuaresma, es la Semana Santa, aquí nos toca veces trabajar el Viernes Santo; sin embargo estamos llamados a que, aún así, no dejemos pasar desapercibido este tiempo Santo, esta Semana Santa en nuestras vidas y dejemos que Cristo venga como rey a nuestro corazón y no seamos cristianos solamente de Viernes Santo.
El Viernes Santo recordaremos como Él entregó su vida por nosotros, pero el domingo que viene esto estará lleno de flores, lleno de luz, lleno del resplandor de la resurrección y queremos entonces vivir este tiempo como un retiro especial, interior, quizá menos uso del teléfono, de los mensajes, del internet, la computadora, nuestras tabletas, la televisión y hacer más espacio y silencio para Dios con devoción.
Es un tiempo en el que muchachos, muchachas, teenagers, pueden hacer ese tiempo especial para papá, para mamá, para nuestros maestros, para nuestros compañeros, y tratarnos mejor. Esposa, esposo, vecino, vecina, es un tiempo especial.
Que Dios nos conceda hermanos y hermanas que esta Semana Santa sea de gracia, en la que recibimos a Cristo como rey en el corazón y que caminemos con Él, en su pasión, su crucifixión, su muerte, pero también su resurrección.
Que Él esté en nuestra alegría, en nuestra esperanza y en nuestra fe, en cómo vivimos cada día nuestra vida. Que manifestemos al Cristo resucitado.
Nos llevaremos hoy esa palma como señal de que iniciamos con Él esta Semana Santa y que nos levantaremos con Él en la esperanza de la resurrección, Amén.
El Padre Fidel Melo es el Vicario del Ministerio Hispano para la Diócesis de Charlotte.