CHARLOTTE — Haciendo un llamado a la reflexión sobre el aporte del matrimonio a la Iglesia Católica y la sociedad en su totalidad, y propiciando una oportunidad para que las parejas ya establecidas hagan florecer sus relaciones, revivan emociones y crezcan en sus propios matrimonios, la organización ‘Por tu Matrimonio’ llevará a cabo la Semana del Matrimonio, que se celebrará a nivel nacional del 7 al 14 de febrero.
‘Por tu Matrimonio’ es una esfuerzo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) coordinado por la Oficina de Asuntos Hispanos bajo la Secretaría para la Diversidad Cultural en la Iglesia.
La alegría del amor
La iniciativa, cuyo lema este año es ‘Llamados a la alegría del amor’, invita a realizar un retiro en nuestros propios hogares, dedicando tiempo a la oración y reflexión, no solo en pareja sino también en familia.
Además, sugiere que se comparta su volante y gráficas a través de las redes sociales, anime a su parroquia local a que celebre el domingo 13 de febrero el Domingo Mundial del Matrimonio utilizando un recurso de predicación o compartiendo el volante que han publicado en su website, que se rece el Santo Rosario por las parejas casadas y las familias, así como que invite a su comunidad diocesana o parroquial a orar por el matrimonio con las oraciones de los fieles para la Semana Nacional del Matrimonio que se encuentran disponibles en inglés y español.
Finalmente, sugiere que todas las parejas, tanto recientes como las que ya llevan muchos años juntas, aprovechen los recursos que han publicado para dar una mayor riqueza a la vida matrimonial y familiar.
‘Por Tu Matrimonio’ es un espacio muy completo que inspira, ayuda y anima a los matrimonios Latinos a vivir más plenamente su relación de pareja. Ofrece ayuda práctica y asesoramiento durante todas las etapas de la vida matrimonial, incluso en las crisis que pueden ser consideradas como muy difíciles.
Por otro lado, es un gran recurso para las parejas que se encuentran planeando su boda católica y les asiste con información certera y práctica sobre todo lo necesario para realizarla, desde la elección de la música y las lecturas, hasta en aquellos casos en que se realizan matrimonios con personas de otras religiones.
— César Hurtado, Reportero
Más online
En www.portumatrimonio.org: Podrá encontrar mayor información sobre la celebración y muchos recursos, en español e inglés, que le ayudarán a enriquecer su vida matrimonial
Respecto a la importancia del Sacramento del Matrimonio y las relaciones familiares, conversamos con el Padre Peter Ascik, director de la flamante Oficina de la Vida de Familia recientemente establecida por el Obispo Peter Jugis, y también pastor de la parroquia María Auxiliadora en Shelby y la Misión Cristo Rey en Kings Mountain.
CNH: Como sacerdote, activista por la vida y miembro de una familia. ¿Cuál es la importancia de preservar la institución del matrimonio?
Padre Ascik: El matrimonio, la unión de por vida de un hombre y una mujer para ayudarse mutuamente y traer hijos al mundo, es la base de la familia, y la familia es la base de la sociedad. Toda persona humana que haya vivido alguna vez recibió la vida y la existencia de la unión de un hombre y una mujer. Todas las demás relaciones familiares, hermana, hermano, tía, tío, prima, etc., existen por el hijo que nace de esta unión. Por eso es tan importante que se fortalezca y proteja la unión del hombre y la mujer en el matrimonio.
Nuestras relaciones familiares son las primeras y, a menudo, las más influyentes en nuestras vidas. Es en la familia donde aprendemos a acoger cada vida humana como un don personal, a ser fieles los unos a los otros, a amar y servir a los demás, a escuchar y dialogar, y a usar nuestra libertad personal en el respeto de la valores que compartimos en comunidad. Que tan bien se vivan estos valores en la familia impactará directamente que tan bien se vivan estos mismos en la sociedad.
La familia es también una “iglesia doméstica”, lo que significa que los miembros de la familia están unidos no solo por lazos naturales sino también por los lazos llenos de gracia del Cuerpo de Cristo. Las madres y los padres tienen el privilegio y la responsabilidad de ser los primeros en evangelizar a sus hijos y enseñarles a vivir en amistad con Dios. Cuando la vida familiar está animada por la gracia, los miembros de la familia crecen en santidad y juntos alcanzan la salvación eterna. Esta es la verdadera realización de la vida familiar.
Como dijo el Papa San Juan Pablo II: “El futuro del mundo y de la Iglesia pasa a través de la familia”. La familia se funda en el matrimonio, y la sociedad y la Iglesia se edifican sobre la familia. Proteger la institución del matrimonio es proteger el futuro de la familia humana.
CNH: El numeral 1623 del Catecismo de la Iglesia Católica establece que “Según la tradición latina, los esposos, como ministros de la gracia de Cristo, manifestando su consentimiento ante la Iglesia, se confieren mutuamente el sacramento del matrimonio” y los sacerdotes, obispos o presbíteros, “son testigos del recíproco consentimiento expresado por los esposos”. ¿Nos puede explicar este especial sacramento?
Padre Ascik: El Sacramento del Matrimonio surge cuando la novia y el novio expresan libremente su consentimiento mutuo durante la liturgia de la boda. Este consentimiento es una acción que hace un regalo de una persona a otra, la novia al novio y el novio a la novia, y recibe la otra persona como un regalo. Amar significa hacerse un don de sí mismo, y el don sólo puede darse personal y libremente. Es por eso que la Iglesia Católica sostiene que son la novia y el novio quienes deben darse y recibir personalmente el pacto matrimonial entre sí.
Por supuesto, el hecho que los novios den y reciban el sacramento por su consentimiento no significa que definan su matrimonio solo de acuerdo con sus propias ideas. Dios es el autor del matrimonio, y los novios consienten en contraer matrimonio como Dios lo diseñó: de manera permanente e indisoluble, una unión exclusiva de cuerpo, alma y vida, una unión abierta al don de los hijos y a la responsabilidad de criarlos en la fe Católica.
Los novios toman la iniciativa en la celebración del matrimonio, pero no están solos. El matrimonio siempre se celebra frente a un sacerdote o diácono que representa a la Iglesia, y frente a sus familiares y amigos, que representan a la sociedad. La novia y el novio están jurando su intención de ser fieles al matrimonio como Dios lo diseñó frente a todos estos testigos.
CNH: Finalmente, ¿qué le recomendaría a las personas que tienen intención de casarse?
Padre Ascik: Los animaría a orar mucho el uno por el otro, y a orar por la decisión de casarse. Si vuestra relación con Dios no es fuerte, trabajen para fortalecerla mientras se preparan para el matrimonio. Vayan juntos a Misa los domingos y acérquense al Sacramento de la Confesión regularmente. Lean juntos los Evangelios y conozcan a Jesucristo. Dios les ayudará a prepararse para el matrimonio si se acercan a Él y buscan Su guía.
Los alentaría a no tener miedo de emprender el camino del matrimonio, a no posponerlo indefinidamente por arreglar las circunstancias de la vida, sean financieras o de otro tipo. No necesitan tener toda su vida resuelta para casarse. El matrimonio está destinado a ser una sociedad para descubrir la vida juntos. Nunca nada será perfecto, y aunque es importante prepararse para el matrimonio, nadie estará nunca completamente “listo” para comenzar su vocación. Dios les dará la gracia que necesitan para ser fieles a la vocación a la que los llama.
Los impulsaría a buscar verdaderamente comprender las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad, a usar el tiempo de preparación para el matrimonio como un tiempo para aprender estas enseñanzas más profundamente. Es especialmente importante comprender aquellas enseñanzas que desafían lo que dice nuestra cultura sobre el matrimonio. Conocer por qué la Iglesia enseña que el matrimonio es indisoluble, que el amor debe estar dispuesto a sacrificarse por el otro, que el uso de anticonceptivos está equivocado porque compromete el amor y la generosidad, por qué la planificación familiar natural ayudará a que su matrimonio florezca y por qué los hijos son “el regalo más grande del matrimonio”. Estas enseñanzas contienen una gran sabiduría que los conducirá a una vida matrimonial y familiar floreciente y gozosa.
— Catholic News Herald