CHARLOTTE — El Dr. Gregory Monroe, proveniente de la Arquidiócesis de Omaha, Nebraska, fue nombrado como superintendente de las Escuelas de la Diócesis de Charlotte.
Comenzará su nuevo cargo el 1 de junio, sucediendo a Debbie Mixer, que actualmente se desempeña como superintendente interina. Mixer continuará como superintendente asistente a partir del 1 de junio. Mixer asumió el cargo de superintendente interina en junio de 2019, sucediendo a la Dra. Janice Ritter.
Un comité, compuesto por 12 personas, entre clérigos y laicos de toda la diócesis relacionados con las escuelas diocesanas (parroquiales, regionales y escuelas católicas del área de Mecklenburg) seleccionó a Monroe después de un proceso de búsqueda en todo el país.
El padre John Putnam, quien presidió el comité, dijo en un correo electrónico que cree que “nuestras escuelas católicas pueden ser una de nuestras mejores herramientas de evangelización”.
Monroe fue seleccionado de entre casi 30 candidatos, dijo el padre Putnam. La cantidad se redujo a 12 candidatos y luego a cuatro, quienes fueron entrevistados.
“A través de ese proceso y seguimiento, el Dr. Greg Monroe se convirtió en nuestra mejor opción para la posición”, dijo Putnam.
“Cuando el comité comenzó su trabajo, teníamos claro que la persona que buscábamos debía ser alguien con una visión capaz de formular un plan para llevar nuestras escuelas católicas a un nivel más alto”, señaló.
Al comité le preocupaba la disminución del número de estudiantes en las escuelas católicas, a pesar que la población católica en la diócesis continúa creciendo, destacó Putman.
“El Dr. Monroe nos impresionó a todos con su entusiasmo y compromiso con la educación católica. Ha estado involucrado en la mejora de las escuelas con dificultades, trabajado con varios modelos no tradicionales de educación católica y el desarrollo de un verdadero enfoque de equipo”.
La experiencia de Monroe incluye haber sido director de una escuela secundaria católica en Florida, director de desarrollo profesional en Christendom College, varios años de enseñanza en el aula en los niveles primario y secundario, y su servicio como ministro de juventudes parroquial. Más recientemente, ocupó un puesto de liderazgo en la Oficina de Escuelas Católicas de la
Arquidiócesis de Omaha, donde desarrolló una iniciativa de aprendizaje de cinco a 27 escuelas; representó a la educación católica para el estado sirviendo en la Junta de Acreditación de Escuelas de Cognia (anteriormente AdvancED); sirvió en las juntas directivas de las tres escuelas secundarias arquidiocesanas y como director registrado en tres escuelas primarias. También fue asesor del equipo de consultores de la arquidiócesis que apoyó a los pastores de la arquidiócesis.
Monroe dijo que se sintió atraído por el carácter y la cultura de la Diócesis de Charlotte.
La diócesis tiene una combinación única de escuelas parroquiales, regionales y centralizadas, dijo el padre Putnam, con nueve escuelas en el sistema de escuelas católicas del área de
Mecklenburg, una escuela secundaria regional y nueve escuelas parroquiales. “Esto puede crear desafíos y oportunidades”.
El comité cree que Monroe puede reunir estos elementos separados “para colaborar y avanzar de manera que nos ayuden a continuar el buen trabajo que se ha logrado hasta este punto, así como también nos coloque en una posición para crecer y prosperar en el futuro”.
“Es evidente que existe una fuerte tradición de excelencia en nuestras escuelas católicas”, dijo Monroe, “y que hay excelentes padres, maestros, personal, líderes escolares y exalumnos que están comprometidos a ayudar a nuestros estudiantes a convertirse en discípulos misioneros que cambiarán el mundo para mejor”.
Monroe es originario de Ohio y tiene un título en ciencias políticas y economía de Christendom College, una maestría en educación otorgado por la Universidad Marymount y un doctorado en liderazgo y política en escuelas católicas de la Universidad Católica.
Dijo que planea comenzar su gestión enfocándose en una planificación estratégica basada en información, para que las escuelas, sus parroquias y comunidades de fe relacionadas puedan florecer.
Anotó que él, su esposa Eily y su hijo Cyrus esperan unirse a la comunidad acogedora de la diócesis.
“Me siento honrado de haber sido elegido para servir a la comunidad escolar diocesana en este cargo y construiré sobre el buen trabajo de los líderes que me antecedieron”, dijo.
“En el futuro, tenemos una gran historia que contar, y debemos aprovechar las oportunidades que se nos presenten en toda la diócesis para compartir quiénes somos: escuelas católicas auténticas que luchan por la excelencia y calidad en todo lo que hacemos“.
“Los efectos desafortunados del coronavirus se han generalizado, y hay serios desafíos como resultado de esta pandemia. Sin embargo, también hemos visto una gran unión de nuestras comunidades escolares y parroquiales a través de recursos online y comunicación creativa, y ha sido una bendición realizar plenamente la solidaridad que compartimos como parte de la Iglesia Católica universal. Esta unidad y mensaje de Una Iglesia reafirma nuestro compromiso de garantizar que todos los estudiantes y familias que buscan una educación católica tengan un lugar en nuestras escuelas”.
El Vicario de Educación de la Diócesis, Padre Roger Arnsparger, dijo que, “durante el año pasado, la diócesis, la Oficina de Escuelas Católicas, los pastores, directores y personal de las
Escuelas Católicas han sido muy bien atendidos por la Sra. Mixer y su equipo. Estamos agradecidos con ella por su dedicación y esfuerzo profesional y creativo en su servicio como superintendente interina. Estoy particularmente agradecido por el excelente trabajo del comité de búsqueda y espero dar la bienvenida al Dr. Monroe como nuevo superintendente. Su experiencia, sus credenciales, su historial de servicio en las escuelas católicas y su entusiasmo por la importante misión de las escuelas católicas servirán a la diócesis. El ministerio de las escuelas católicas en la misión evangelizadora de la Iglesia Católica es un don extraordinario de los católicos pasados y presentes. Las escuelas católicas son un ministerio profundo y efectivo para formar discípulos misioneros de nuestro Señor. Le damos la bienvenida al Dr. Monroe a nuestra continua labor privilegiada de ofrecer escuelas católicas efectivas y de calidad en nuestra diócesis”.
— Catholic News Herald
Compartamos la misericordia de Dios con otros durante esta pandemia, pidió el Obispo Jugis en su homilía del Domingo de la Divina Misericordia
CHARLOTTE — Dios es misericordioso, y aquellos que la han experimentado personalmente están llamados a ser “embajadores de su misericordia ante los demás”, señaló el Obispo Peter Jugis en su homilía del Domingo de la Divina Misericordia.
El obispo ofreció una misa privada el 19 de abril en la Catedral San Patricio, que se transmitió ‘en vivo’ por el canal de YouTube de la Diócesis de Charlotte, donde puede ver la Misa completa.
Desde el estallido de la pandemia de COVID-19, la mayoría de las Misas públicas y otras reuniones se han cancelado debido a las indicaciones de las autoridades de gobierno y sanitarias destinadas a frenar la propagación de la enfermedad. Hasta el domingo 19 de abril, el virus COVID-19 ha infectado a más de 730.000 personas y causado la muerte de más de 39.000 en Estados Unidos, incluidas 195 en Carolina del Norte, según datos proporcionados por el Centro Johns Hopkins de Ciencia e Ingeniería de Sistemas.
Orar por la misericordia de Dios es particularmente importante ahora durante la pandemia de Coronavirus “que ha sumido al mundo entero en sufrimiento, tristeza y miedo”, dijo el Obispo Jugis.
“Continuamos pidiéndole a Dios que se apiade de nosotros y libere al mundo de esta plaga”, añadió.
“Dios es misericordioso, ese es el mensaje de Pascua de Jesús Resucitado”, enfatizó. La pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor es “una expresión de la amorosa misericordia de Dios Todopoderoso con toda la raza humana”.
“Es por ese sufrimiento, crucifixión, muerte y resurrección que Jesús ganó nuestra salvación”, dijo. Dios Todopoderoso “tuvo misericordia de nosotros cuando nos alejamos de Dios a través del pecado, e hizo de su único Hijo el sacrificio por nuestros pecados, trayéndonos de vuelta la vida en amistad con Dios”.
La Iglesia manifiesta la misericordia de Dios a través de la oración, la proclamación del Evangelio, los sacramentos (particularmente el sacramento de la penitencia) y las obras de caridad, anotó el Obispo Jugis.
Dios “quiere que la misericordia de Jesús se viva continuamente en la Iglesia, en el sacramento de la penitencia y en todo el ministerio de la Iglesia. Dios quiere que sus hijos en la Iglesia experimenten siempre su misericordia, la que a tan alto costo ganó para nosotros a través de su Hijo”.
El obispo Jugis recordó las dos intercesiones solemnes adicionales que se rezaron en todo el mundo durante la liturgia del Viernes Santo, una oración intercesora a Dios por los enfermos del Coronavirus y otra por los que han muerto a causa de él.
Estas oraciones especiales fueron “una hermosa señal de misericordia en el mundo de hoy”, dijo. “Orar, pedir e interceder ante Dios por el sufrimiento de la humanidad, ese es el ministerio de misericordia de la Iglesia en medio de este mundo”.
“La misericordia de Dios habita dentro de su Iglesia”, dijo, “y Dios quiere que su Iglesia sea su presencia misericordiosa en el mundo. Él quiere que la Iglesia sea su misericordia para todos los pueblos del mundo”.
“A través de nuestras oraciones (y) a través del testimonio de nuestras vidas, llevamos el mensaje de esperanza, vida nueva y salvación del Salvador resucitado a todos”.
El Obispo Jugis rogó a “quienes sepan que Dios es misericordioso, que hayan experimentado personalmente que Dios es misericordioso, amable y nuestro salvador; que nosotros, que hemos experimentado que Jesús es misericordioso, seamos embajadores de su misericordia para con los demás hoy, en este Domingo de la Divina Misericordia, y siempre”.
— SueAnn Howell, Catholic News Herald