La gratitud es la virtud por la cual una persona reconoce, interior y exteriormente, los regalos recibidos y trata de corresponder por estos dones recibidos.
Todos los que nacimos en hogares católicos, especialmente en los pueblos y campos de nuestra geografía nacional, en muchos sectores de la ciudad y en barrios populares, desde muy niños acompañamos a nuestros padres y abuelos en el rezo del Santo Rosario, que en esa época de la niñez poco entendíamos, hasta nos dormíamos o empezabamos a jugar, pero venía mamá con el ‘regañito’ o el ‘pellizquito’ y nos teníamos que poner en actitud de escucha.