En el Nuevo Testamento nos encontramos con el gran pedagogo de la oración. Jesús al reunir a los discípulos, forma con ellos una pequeña familia, con la que comienza un proceso en el camino de la oración.
En la Biblia, palabra de Dios, encontramos señalado un camino óptimo de oración, “el niño aprende a hablar porque sus padres hablan con él; aprende el lenguaje de los padres.